PEPTIDOS OPIOIDES

PEPTIDOS OPIOIDES

Por el Dr. Julio Salazar Gonzales
Psicoterapeuta
ONG Actitud
Great Plains Laboratory GPL

La Dra. Brigitte Kieffer neurobióloga de la Universidad Louis Pasteur nos detalla  que en el año 1.973 se descubrió que la morfina así como la heroína calzaban muy bien con algunos receptores cerebrales y pronto se concluyo que, obviamente si existen sustancias exógenas que los activan, también deberían de existir sustancias endógenas que los estimulen de la misma manera. A partir de estas conclusiones se pusieron a buscar las sustancias que de manera endógena calzaban en los receptores Opioides. Es decir ubicar las sustancias que tienen estos efectos en el cerebro.
Las investigaciones derivadas de este principio concluyeron cuando se descubrió la sustancia, que son pequeñas proteínas a los cuales se les denomino  péptidos opioides.  Estos péptidos Opioides al igual que sus receptores son sustancias endógenas; es decir fabricadas por nuestro organismo. Estos Péptidos Opioides son poli péptidos pertenecientes al grupo de los compuestos neuropéptidos. Al igual que otros agentes afines, éstos presentan propiedades neuromoduladoras, es decir regulan o afectan el trabajo de las neuronas. Los péptidos opioides trabajan durante situaciones estresantes como la ansiedad y de intensos dolores. El término péptido opioide se utiliza, para referirse a dos agentes químicos o neurotrasmisores en particular: las endorfinas y la encefalinas.
Las endorfinas actúan principalmente como analgésicos endógenos, puesto que actúan inhibiendo la transmisión del dolor entre otras cualidades moduladoras que posee.
La encefalina, otro compuesto similar que el propio organismo produce para reducir el dolor. Esta sustancia tiene la capacidad de deprimir las neuronas de todo el sistema nervioso central, bloqueando las señales electrofisiologías del dolor.
Cuando los receptores opioides del cerebro son estimulados inmediatamente inundan primero la columna vertebral que lleva al cerebro todas las sensaciones experimentadas por el cuerpo correspondiente al dolor, luego el tronco cerebral que controla los reflejos y automatismos vitales como la respiración y frecuencia cardiaca y finalmente en el área límbica donde el estriato, el núcleo acumbens, la amígdala y el tálamo regulan la zona donde valga la redundancia se regulan sensaciones como el miedo y la ansiedad además de la de recompensa y placer del organismo.
Cuando se le suministra péptidos Opioides al ser humano de manera exógena estas sustancias inundan el cerebro en una proporción mucho más elevada que de manera natural.
 Los péptidos Opioides tienen un efecto analgésico pero también de placer y esto los hace que los seres humanos creen dependencia.
La Dra. Emiliana Borrelli del Instituto de Genética y Biología expresa  en sus investigaciones que el problema es que al estar afectada el área de la recompensa y placer en el cerebro, es decir estimulada la segregación del neurotransmisor denominado Dopamina el cual produce esa sensación de bienestar en el ser humano hace que el consumo de las sustancias que la inducen cree la adicción de la sustancia.
Siendo por ende bastante difícil en las primeras etapas la retirada total de las sustancias que la producen, la disminución progresiva da mucho mejores resultados en algunos casos, claro está que existen muchos que los retiran de manera radical y son suficientemente fuertes para vencer las ganas de consumir la sustancia que les produce bienestar.
Cuando se quiso separar el efecto anti dolor y adictivo en estudios con ratones knock out se separaron los receptores genéticos
Se a descubierto que el receptor Mi es el responsable de mediar en las acciones de los péptidos Opioides. Cuando la droga inunda el cerebro entran en funcionamiento acciones físicas y psicológicas. Se crea una dependencia psicológica ante dicha sustancia.
Los péptidos Opioides que son segregados de manera natural son mucho más limitados en su efecto que cuando son introducidos de otra manera al organismo como en las sensibilidades al gluten o caseína que los estimulan de manera desproporcionada a las necesidades del organismo.
Generalmente las personas, niños, adultos o ancianos con estas susceptibilidades se pueden ver afectados conductualmente con ansiedad, hiperactividad, mal humor, déficit de atención, depresión y muchas otras conductas disruptivas más.
Es bien sabido actualmente que estas susceptibilidades nutricionales que afectan la conducta podrían estar acompañadas de otras medio ambientales. La reconocida Dra. Doris Rapp, profesora Clínica de Pediatría de la Universidad Estatal de New York manifiesta en su famoso libro, El niño insoportable, que los cambios en la conducta o personalidad más frecuentes en niños afectados son los siguientes:
Exceso de actividad, alboroto, necedades, irritabilidad, agresividad, vulgaridad, depresión u hostilidad, cansancio, se duermen después de comer, bostezos continuos. No pueden sentarse quietos, concentrarse o pensar. Se distraen con facilidad, muy impulsivos. Se arrastran debajo de los muebles y se esconden en rincones oscuros. Rehúsan ser tocados y no responden normalmente al darle instrucciones sencillas.
En el caso de la caseomorfina y la gliadorfina (proteínas de los lácteos y los cereales), estas estimulan los receptores opiáceos del cerebro, cuando esto sucede se producen sustancias que alteran la conducta del ser humano en las áreas del dolor y la recompensa, es decir son analgésicos pero también adictivos.
El problema con la caseomorfina y la gliamorfina es que no permiten e interfieren el correcto funcionamiento del neurotransmisor Acido gamma aminobutírico GABA, esta sustancia funciona como el freno natural del cerebro ante la segregación de los péptidos opioides, al no funcionar este freno por ende se estimulan en cantidades muy grandes de activadores a los receptores Opioides, no existiendo un freno natural adecuado para este intercambio de sustancias. Derivado de esta falla del adecuado funcionamiento del ralentizador se liberan grandes cantidades de dopamina relacionadas al placer.
La Dra. Emiliana Borrelli estudia estos efectos en los animales donde se comprobó que la dopamina es la culpable de la adicción, el sistema opiáceo es analgésico pero al liberar el neurotransmisor dopamina en cantidades elevadas tiene el efecto adictivo.  Se a comprobado que no se pueden separa los efectos de los analgésicos  de los adictivos en estos estudios. Cuando se inunda el sistema de péptidos Opioides interfiere con el correcto funcionamiento del neurotransmisor GABA, el cual cumple la función de ralentizar la cantidad que es segregada por el sistema opioide es decir; avisa cuando son suficientes la cantidad de mensajeros cerebrales que llegan al receptor y no se puede detener la emisión de la dopamina que causa el placer, además afecta el movimiento y la coordinación motriz en la persona y finalmente el ser humano se vuelve adictivo a la misma. Se saben que son los receptores D2 de la dopamina los que median en la relación al placer. Conociendo esto es lógico pensar que una persona con altos receptores D2 en su organismo tendrá mas fortaleza para evitar las adicciones de cualquier tipo.
Se crea una drogodependencia en el ser humano y los efectos dependerán de las cantidades de péptidos que estén en el organismo y será acorde a como hallamos nacido ya que diferimos de la cantidad de receptores en cada persona. Generalmente las personas con estas susceptibilidades al gluten o caseína consumen en grandes cantidades justamente lo que más daño les hace en relación a su conducta.
La Dra. Nora Volkof  dirigió el Organismo Público Estadounidense coordinador de todas las investigaciones relacionadas a las drogas y descubrió que los toxicómanos tenían pocos receptores del neurotransmisor Dopamina D2 en su organismo y que las personas que poseían muchos desarrollaban una aversión al uso de las drogas. Estos estudios evidencian el por qué de las adicciones en algunas personas y en otras no.
Una taza alta de receptores de dopamina D2 es una fortaleza para no caer en las adicciones y se necesitan aun mas estudios que permitan conseguir poder elevar el número de estos receptores D2. Aunque suene a ficción se está estudiando que la reducción del estrés podría incrementar estos receptores. Esto reconcilia la neurobiología y la psicología en relación a la conducta. Estas son dos maneras de enfrentar lo mismo. Se sabe que el estrés ambiental suprime un gen en estudios con ratas y la supresión del efecto estresante induce a la aparición del gen.
Existen estudios con cerdos los cuales cuando están ansiosos empiezan a masticar cadenas a las cuales están sujetos, esta acción del masticado de la cadena hace que el cerdo sienta un pequeño dolor en la mandíbula y de esa manera estimule sus receptores Opioides y encuentra tranquilidad a la ansiedad, esta acción tiene también el efecto de crear dependencia.
Generalmente a personas con problemas de ansiedad reciben benzodiacepinas que afectan la zona de la amígdala que regula el miedo y la ansiedad y los tranquilizan, tiene un efecto ralentizador y detienen los efectos Opioides en el cerebro. Es decir actúan sobre el sistema ralentizador del cerebro específicamente sobre el neurotransmisor GABA que actúa como el freno o detienen el sistema inhibidor de estas sustancias que afectan la conducta.
Las benzodiacepinas son muy eficientes pero muchas personas que las usan también sufren dependencia, y no deberían de ser tomadas por personas con problemas de alcohol u otras dependencias ya que sería más fácil que se hiciera adicto a las benzodiacepinas.
Existen varios receptores de ralentización y las benzodiacepinas actúan sobre todos ellos. Lo ideal sería encontrar el adecuado a la ansiedad y no estimular todos. Pero aun la ciencia no a llegado a identificar cual es exactamente.
Cuando las personas toman conciencia de padecer esta alergia con efecto neuromodulador en el caso especifico de la caseína derivada de los lácteos,  tienen la posibilidad de ingerir una enzima digestiva denominada Dipeptil Peptidaza IV  que se encarga de desdoblar los péptidos de la caseína. Esto no significa que la persona que padece de estas alergias simplemente siga consumiendo los alimentos que se las producen sino que en casos de emergencia si se ingieren estos productos se deberá de consumir la enzima digestiva.

Comentarios

  1. Gracias, excelente. Ya se porque era adicta a la leche desde niña y porque hay tantos niños autistas que por culpa de la mala alimentación por los padres que ignoran todo esto tienen pensado de que sus niños no tienen sensibilidad al dolor y es que lo prefieren en lugar de la ansiedad. Yo estoy pasando por un problema con la tiroiditis de hashimoto que es autoinmune y me ha llebado a su pagina a ver si entiendo un poco mas del porque la proteina del gluten y la caseiena de la leche me hacen tanto daño y me inflaman tanto la garganta que de hecho es la tiroides la que se inflama y me da la sensación de que es un trozo de pan trabado en ella, y todo mi cuerpo crea inflamación y demasiada rigidez cosa que se me quita cuando elimino esos alimentos de mi dieta.

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  2. Quisiera consultar si con la fermentacion no se eliminan los peptidos opioides

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