¿Por qué evitar el mercurio del pescado durante el embarazo?

TOMADO DE GUIA INFANTIL

¿Por qué evitar el mercurio del pescado durante el embarazo?

Una reciente investigación ha revelado que más de la mitad de los bebés españoles, un 64 por ciento, nace con niveles demasiado altos de mercurio. Algunas especies de pescado si son consumidas en exceso durante el embarazo pueden representar un riesgo para la salud del bebé. Al ser ingerido por la madre, aumenta el peligro de que su bebé desarrolle problemas en su sistema nervioso.
Si estás pensando en quedarte embarazada, si lo estás o estás dando el pecho a tu bebé, estaría bien que echaras un ojo a lo que consumes. El mercurio es un metal pesado y se almacena en el organismo. En todas sus formas es tóxico para el sistema nervioso central, provoca temblores e irritabilidad, alteraciones de la vista y de la audición, y problemas de memoria. En el lactante la exposición al mercurio puede causar una disminución del coeficiente intelectual y retardo en su desarrollo mental, así como problemas motores. También pueden afectar a la piel, a los riñones, al corazón y a los pulmones del bebé.



Evitar el mercurio del pescado durante el embarazo


Las concentraciones de mercurio medidas en la investigación se vinculan al consumo de ciertas especies de pescado como el pez espada, caballa rey y el atún. El mercurio llega a estos peces tras ser emitido desde fuentes tales como las centrales térmicas de carbón o la industria del cloro. Por esta razón, los expertos creen que algo está fallando en los sistemas de seguridad ambiental como alimentaria. Que se debería mantener a la mujer informada sobre cuáles son las fuentes más comunes de la contaminación con mercurio, durante el embarazo.

En el estudio, realizado en distintas regiones de España entre 2004 y 2008, se midió el contenido del mercurio en la sangre del cordón umbilical de 1.883 mujeres de Asturias, Guipuzcoa, Sabadell y Asturias, y se constató que los límites de mercurio eran superiores a los considerados "admisibles" o "recomendados" por los científicos. Los bebés son especialmente sensibles a los efectos de este neurotóxico. El mercurio, cuando ingerido por un ser vivo adquiere la forma biológica de metil-mercurio, un elemento muy tóxico que, en cantidades excesivas, llega a la cadena alimentaria y se acumula en el organismo del bebé. Por esta razón, los expertos alertan que el consumo de productos con alto contenido en mercurio sea vigilado durante el embarazo.

Tanto es así que a partir de los resultados de este estudio, la Comisión Europea pidió a los estados miembros que difundieran una nota en que decía que "las mujeres que puedan estar embarazadas, las que ya estén o las mujeres lactantes" disminuyeran a una pequeña ración, inferior a 100 gramos, su consumo semanal de grandes peces depredadores como el pez espada, los tiburones y el lucio, y que tampoco deberían comer atún más de dos veces por semana.

Vilma Medina. Directora de GuiaInfantil.com

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